Julia Cruz-Moreno
El proceso de envejecimiento comienza en el momento en que nacemos. Muchas personas pueden asociar el envejecimiento con la apariencia, el deterioro mental y físico y la muerte.
El envejecimiento es muy diferente de lo que era hace décadas. Debido a los avances en la ciencia y la atención médica y a los estilos de vida más activos en la adultez avanzada, vivimos más tiempo. Hemos redefinido lo que significa envejecer hoy.
Tres componentes clave para envejecer bien son el ejercicio, la nutrición y la actividad mental.
Según un estudio sobre Dietas saludables, ejercicio regular y un mejor estilo de vida retrasan la progresión de la demencia en personas mayores, "las dietas saludables, el ejercicio regular y un mejor estilo de vida pueden retrasar la progresión de la demencia y reducir el riesgo de [enfermedad de Alzheimer] en personas mayores y revertir a los sujetos con deterioro cognitivo leve a un estado sin demencia".
Hacer Ejercicio
A medida que envejecemos, no tenemos que hacer ejercicio como lo hacíamos a los 20 años. Debemos adaptar nuestra rutina de ejercicios a actividades que nos mantengan activos y reduzcan los riesgos de lesiones.
A continuación, se indican algunos ejercicios que puede probar:
Caminar o andar en bicicleta
Yoga o estiramientos suaves
Nadar o aeróbicos acuáticos
La importancia de hacer ejercicio es la constancia. Asegúrese de escuchar a su cuerpo y hacer solo lo que pueda.
Nutrición
La nutrición es crucial para los adultos mayores. Lo que comemos influye en nuestra salud mental, funcionamiento físico y longevidad. Mantener una dieta saludable es importante para prevenir y controlar las enfermedades crónicas y mantener la función cognitiva.
Al planificar las comidas o considerar qué alimentos comer, es importante pensar en:
Comer una variedad de alimentos para reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Elegir alimentos bajos en azúcar, grasas saturadas y sodio.
Consumir suficiente proteína y concentrarse en nutrientes clave como potasio, calcio y vitamina D.
Mantenerse hidratado con agua o bebidas bajas en grasas, limitando las opciones azucaradas.
En general, la nutrición puede mejorar su calidad de vida, favorecer la independencia y mejorar su bienestar.
Actividad Mental
La actividad mental es tan importante como el ejercicio físico para mantenerse saludable. A medida que envejecemos, nos enfrentamos a muchos cambios innegables que afectan nuestro funcionamiento psicológico. Estos cambios pueden incluir la jubilación, la dependencia de otras personas, la pérdida de la conexión social y los cambios en las condiciones de vida. La capacidad de afrontar y adaptarse a los cambios se mide por el bienestar de una persona. En general, los adultos mayores afrontan bien muchos cambios en etapas posteriores de la vida; sin embargo, aquellos cuyos mecanismos de afrontamiento fallan pueden verse afectados por trastornos de salud mental con la misma seguridad que por trastornos físicos. La depresión y la ansiedad son dos de los trastornos de salud mental más comunes que afectan a los adultos mayores. La participación social, los ejercicios cerebrales y una actitud positiva pueden ayudar a la salud emocional y mental de una persona.
Las actividades para apoyar la salud cerebral incluyen:
Completar rompecabezas como Jigsaw, Sudoku o crucigramas
Aprender una nueva habilidad como un instrumento, un nuevo idioma o manualidades
Leer y escribir
Pasar tiempo con amigos y familiares, hacer voluntariado o cualquier actividad que le brinde alegría
Puede mejorar su bienestar general y envejecer con gracia y vitalidad si se concentra en estos componentes clave.
Referencias:
George EK, Reddy PH. ¿Pueden las dietas saludables, el ejercicio regular y un mejor estilo de vida retrasar la progresión de la demencia en personas mayores? J Alzheimers Dis. 2019;72(s1):S37-S58. doi: 10.3233/JAD-190232. PMID: 31227652.
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